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¿Qué es la Imagen Corporativa y para qué sirve?

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Puede parecer obvio, pero si tu empresa, negocio o marca no existe en la mente de tus clientes o consumidores, en realidad, tú tampoco existes. Y es por esto por lo que es fundamental cuidar tu imagen corporativa.

El principal objetivo en este sentido, es conseguir que nuestros públicos, además de tenernos presentes, tengan una imagen positiva de nuestro negocio.

Es más, lo ideal es que la imagen corporativa que se forma entorno a una empresa, sea exactamente la misma que la identidad corporativa que dicha empresa ha construido previamente. Lo cual requiere bastante trabajo.

Definición de imagen corporativa 

La imagen corporativa o la imagen de marca, es el conjunto de creencias, actitudes y percepciones que tienen los públicos sobre una empresa o marca. Es decir, es la forma en que ese público interpreta el conjunto de señales procedentes de los productos, servicios y comunicaciones, emitidas por la marca.

Esas percepciones y asociaciones que se hacen de la marca en base a sus atributos, beneficios y actitudes, van a servir para generar un vínculo favorable o no, hacia ella, ya sea de actitud o de comportamiento.

 

En definitiva, la imagen corporativa es el significado que tiene la empresa para el público, y a diferencia de la identidad corporativa, es un factor externo y más difícilmente controlable.

De hecho, la imagen que se crea en la mente del público no siempre se genera por los mensajes emitidos por la empresa, sino que es habitual que lo que piensan tanto los consumidores, como los no consumidores de una marca, provenga de multitud de fuentes, como las opiniones de otros o lo que se dice en los medios.

Teniendo en cuenta el entorno tan cambiante y competitivo en el que se mueven las empresas hoy en día, es fundamental contar con una imagen corporativa muy fuerte, que les permita destacar y diferenciarse del resto.

Por eso, lo mejor es apostar por una estrategia de comunicación multicanal, enfocada a la satisfacción del cliente y a su fidelización. Redes sociales, ventas online, apps,… son todas, vías de comunicación diferentes, que ofrecen un sinfín de posibilidades al cliente.

Factores que influyen en la imagen corporativa

1. El nombre de la empresa.

Es la primera impresión, por lo que es muy importante escogerlo bien. No es obligatorio que tenga relación con la actividad de la empresa, una manzana nada tiene que ver con un ordenador, en el caso de Apple, pero si te fijas es breve, fácil de recordar y pronunciar, muy atractivo y diferenciador.

2. El logotipo.

Debe transmitir la esencia de la empresa. Es fundamental que sea legible y comprensible, de nada sirve tener un logo super creativo y llamativo si no se entiende o nadie es capaz de descifrarlo.

A la hora de diseñar un logotipo ten presente siempre esta máxima: “Menos es más”. Y piensa que tiene que ser atractivo para los potenciales clientes, por lo que hay que tener en cuenta el target, los valores a transmitir, el sector…

3. El eslogan.

Resume la filosofía de la compañía en una frase llamativa e impactante. Tiene que ser algo con lo que los usuarios se sientan identificados. Nos ayudará a dar credibilidad, mejorar el recuerdo de la marca y potenciar nuestra imagen.

4. La tipografía y los colores.

Es fundamental tener definidos en nuestro Manual de Identidad Visual Corporativa, las tipografías y los colores exactos que usa la marca, y ser muy estrictos al respecto.

5. El sitio web de la compañía.

Hoy en día es fundamental tener una web. Es un escaparate de nuestra empresa y una oportunidad enorme para atraer a potenciales clientes. Por lo que hay que cuidar el diseño y asegurarnos de que transmite todo lo que queremos y lo que somos.

6. El material corporativo.

Todo tipo de comunicación impresa que haga la empresa, transmite su identidad y valores, provocando sensaciones y opiniones, tales como tarjetas, catálogos, folletos…

Todos estos los elementos deben respirar el mismo estilo gráfico para que no haya duda alguna de que es la misma empresa la que está detrás, tanto de esas tarjetas como de ese catálogo.

Sin olvidarnos del packaging. Su diseño es esencial, hasta el punto de que un tercio de las decisiones de compra, se llevan a cabo sólo por el envase.

7. La atmosfera.

Hoy en día ya no se venden productos, ni servicios, sino experiencias. Para vender hay que seducir al público, pero literalmente seducir a sus 5 sentidos.

La música, el olor, el tacto… también son factores que ayudan a crear una atmosfera seductora alrededor de la marca y fijarla en la parte emocional del cerebro del consumidor.

8. La historia y la reputación.

Como hemos podido observar, absolutamente todo comunica. Incluido un lápiz personalizado con nuestro logo. Si se rompe o no pinta bien, también influirá en lo que piense esa persona que se lo ha llevado, sobre nosotros.

Las campañas publicitarias, la actitud de los empleados, las malas o buenas prácticas, los errores… Todo influirá en una buena o mala imagen de la empresa. Así que por mucho que parezcan detalles irrisorios, como el lápiz que acabo de mencionar, te aseguro que hay una diferencia abismal entre cuidar o no tu imagen.

¿Para qué sirve la imagen corporativa?

La imagen corporativa es el reflejo de cómo es una empresa, de su personalidad, sus valores y emociones, con los que los clientes pueden sentirse identificados.

Por eso hay que ofrecerle al consumidor experiencias inolvidables, para provocar que hablen de nosotros, que seamos imprescindibles y que lleguen a sentir orgullo de elegirnosy de ser usuarios de nuestros productos.

Podemos destacar 5 objetivos que tiene trabajar la imagen corporativa en nuestro negocio:

1. Identificación con la marca

A través de la imagen corporativa, conseguimos que el público objetivo se identifique con los valores y la filosofía de la empresa. Nos convertimos en sus amigos, sus compañeros de vivencias, lo que aumenta la fidelización de los consumidores.

2. Identificación de productos y servicios

La imagen corporativa hace que la marca tenga coherencia visual, al existir una homogeneidad entre todos sus elementos gráficos, comportamientos y comunicaciones, los productos o servicios se identifican fácilmente.

3. Aumento del valor percibido

Por lógica una empresa que se preocupa por su imagen, cuida los detalles y se preocupa por agradar al cliente, esto incrementa el valor de los productos o servicios que ofrece. Además de transmitir una sensación de confianza.

4. Establece un vínculo emocional

Como venimos comentando, las empresas buscan conectar a un nivel emocional con su público, y por eso crear experiencias sensoriales de todo tipo en torno a la marca tiene tanta relevancia, porque al final, ese vínculo da paso a la lealtad.

5. Fortalece la marca

Una imagen corporativa cuidada aporta una gran sensación de seguridad y confianza al cliente, además de profesionalidad. Y esto al final genera un orgullo de pertenencia a esa marca con unos valores compartidos. En última instancia esto es lo que hace fuerte la marca de una empresa.

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